Nuestra historia

Me llamo Alba Vico Domingo y soy la persona detrás de Tres Puntales.

Una de las cosas más difíciles para mí siempre fue encontrar un regalo especial para mi pareja, Desiderio, que es cazador. No encontraba nada relacionado con el mundo cinegético que fuera único, artesanal y con alma.

En 2019 decidí volver a algo que siempre me había apasionado: el arte. No pude dedicarle mucho tiempo durante mis estudios ni mientras ayudaba a mis padres en su negocio, pero poco a poco fui recuperando esa ilusión. Ese mismo año descubrí la pirografía —el arte de grabar sobre madera con metal candente— y empecé a crear piezas con corzos, zorzales y otras escenas. Al principio eran solo regalos para mi novio y nuestros amigos, pero poco a poco más personas empezaron a interesarse por mis trabajos cuando los compartía en redes sociales. Así nació Tres Puntales: un espacio donde encontrar productos hechos de forma artesanal que hablen de nuestras raíces y tradiciones.

Hoy, mis creaciones abarcan diferentes técnicas y materiales: pirografía, grabado en vidrio y cristal, tazas, navajas, cojines, decoración, así como ilustraciones en carboncillo, lápiz, acrílico u óleo.

Pero Tres Puntales es también un homenaje a mi abuelo José. Él fue cazador hasta que perdió la vista, y siempre pensó que la caza desaparecería de nuestra familia. Sin embargo, mi pareja me acercó de nuevo a este mundo, enseñándome el respeto por la pieza y por la naturaleza, y terminé enamorándome de este mundo.

Tiempo después recuperé la escopeta paralela de mi abuelo, con la que empecé mi propia historia en la caza. Ahora cuando le cuento el éxito de Tres Puntales, y los mensajes de agradecimiento que me mandáis, sonríe con emoción.

El nombre de este proyecto proviene de una canción de Juanito Valderrama, el cantaor favorito de mi abuelo y también mío. Para mí, los Tres Puntales representan los pilares que sostienen todo lo que hago: pasión, arte y tradición.

Hoy me siento muy afortunada de poder dedicarme al arte gracias a todas las personas que confían en mí. En Tres Puntales, yo me encargo de todo: desde el diseño y la creación de cada pieza, hasta la fotografía, el empaquetado, la comunicación con clientes, el manejo de redes sociales y el mantenimiento de la web. Cada producto que sale de mi taller está hecho con todo mi cariño y mi dedicación.

Lo que más me llena el corazón es saber que mis obras viajan a diferentes hogares para convertirse en regalos que celebran el amor, la amistad y los momentos inolvidables.

Tres Puntales no es solo una tienda: es mi forma de honrar a mi abuelo y las tradiciones que nos unen.